Resulta paradójico el título del decimoprimer corte de este Diciembre de Leiva, 'Hoy No Me Encuentro', un título que parece reflejar la entera dinámica de este album, que a pesar de tener muy buenos propósitos no llega a encontrarse cómodo en ningún momento, lo cual se refleja en la deriva musical en que se convierten estos tediosos trece temas.
No me entendáis mal, los más fanáticos de los cortes de Leiva en Pereza encontrarán en este trabajo material más que de sobra para verse satisfechos, pero lo cierto es que este es un disco de luces y sombras, y en concreto, muy pocas luces y muchas sombras. Por ello engaña mucho el comienzo, luminoso, con tres temas que son una apisonadora, 'Nunca Nadie', 'Eme' y '92' los cortes más inspirados del disco (no en vano en base a ellos se ha articulado la promoción del mismo). Lo malo es que después Leiva se pierde en una repetición de sonidos, estructuras, y letras vacias que hacen que casi todos los temas suenen prácticamente iguales y que afean la bella factura musical y el cuidado que se ha puesto en una instrumentalización y una musicalización por otra parte impecable.
Demasiado intimista, demasiado continuista, poco arriesgado, si este disco responde a las inquietudes de Leiva de encontrar su propia identidad musical, la poca consistencia del mismo deberían servir de contestación: para todo ying hay un yang, y Leiva necesita de Rubén no a la hora de componer, si no a la hora de elaborar un continuo musical.
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