Cuando dices "Ok Go", el término que te viene a la mente es "videoclip". No es "música", aunque un videoclip esté directamente relacionado con la música. Son esas piezas de sincronización sacadas del mejor programa de variedades, de la mente del joven más ansioso por conseguir la fama en youtube, las que marcan la identidad del cuarteto de Chicago, cuando en realidad debería serlo su música. Y es que en este caso, la promoción, efectiva, ha dejado en segundo plano al producto.
Esto es una pena especialmente con su último trabajo editado en 2010, "Of the Blue Colour of the Sky". El más dificil todavía que los americanos se han ido exigiendo les ha llevado a un plano en el que son más realizadores de videoclips que músicos, y tras su firme propósito han llegado a deconstruir su propia música en ruido sin sentido. Y es una pena porque con su tercer largo estamos hablando de uno de los mejores discos que se han escuchado últmamente. Descarado y complejo, esta obra es una maravilla de diferentes matices capaz de reflejar la felicidad, la esperanza, el dolor y la fuerza del deseo. Por eso este complejo ejercicio nos deja cortes tan frágiles como "Last Leaf", tan desgarradores como "I Want You So Bad I Can't Breath" y tan esperanzadores como "This Too Shall Pass", una verdadera bocanada de oxígeno. Es una pena de un disco tan completo, con un nivel de composición de guitarra tan cuidado e inspirado (escuchen si no "Skyscrapers" y déjense llevar por una de las más bellas piezas que habrán oido) vaya a pasar desapercibido tras los "geniales" videos que no hacen más que enmascarar la verdadera identidad del grupo.
"Of the Blue Colour of the Sky" es un maravilloso viaje por la mente, corazón y alma de unos músicos que no entienden de restricciones, que encuentran cohesión donde otros verían disparidad de estilos, unos músicos capaces de plasmar un estado de ánimo en una pieza de guitarra y capaces de sintetizar un sentimiento en cuatro minutos. La potencia musical de Ok Go es incontestable, y ahora solo queda que ellos quieran que sea lo que veamos.
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